Como con los hijos, nunca dejarás de educar a tu perro, pero cada día que pases en su compañía le amarás más y él nunca dejará de enseñarte cosas maravillosas que solo los animales pueden compartir con nosotros. Después de todo, tenemos el deber de enseñarles como vivir en nuestro ambiente, porque hemos sido nosotros los que los hemos arrancado de su entorno natural.