Muchas veces me lo pregunto ¿qué es lo que más le gusta a Lola? Le gustan muchas cosas: comer, correr, los días de viento, saludar a humanos propios y extraños, dormir, jugar con botellines de plástico, pasear en coche, las visitas humanas, los mimos, estar en casa, el parque, su cama grande, beber agua del bidé… Pero ¿lo que más le gusta?
Reduciendo la lista, sacando las cosas sin las que podría pasar el día, creo que lo que más le gusta es comer, dormir, los mimos y estar conmigo. Si he de elegir sólo una, estaría entre comer y estar conmigo. Tomando en cuenta que si antes de salir de casa le dejo una de las galletas que más le gustan y al regresar me encuentro con que no se la ha comido, y lo hace sólo segundos después de mi llegada, creo que puedo concluir que lo que más anhela Lola en el mundo es mi compañía.
Y es que estos animalitos que nos entregan su amor y lealtad incondicionales lo que más necesitan es compañía y cariño. Sí, es importante darles una buena alimentación, cuidados veterinarios y comodidades, pero para ellos, somos nosotros lo que más quieren en el mundo. Es por ello que, en estas fechas, os invito a penséis en ello, en la nobleza de sus sentimientos hacia nosotros y en que si es importante estar con nuestros seres queridos en estas fechas familiares, también lo es no dejar a nuestros perrillos solos en casa, porque para ellos sus humanos somos su familia… Si pudiesen pedir un regalo de Navidad a Papá Noel, seguro que pedirían “¡Mimos hasta aburrir!”
Felices fiestas, muchos mimos perrunos y paz para todos los seres vivientes de este enorme planeta.