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A perro goloso ¡todo son salchichas! 10 alimentos, además del pienso, que son buenos para tu perro

Si bien lo más aconsejable es controlar lo que damos de comer a nuestro perro, hay algunos alimentos de consumo humano que no sólo pueden comer, sino que son beneficiosos para su salud. Conocer cuáles son nos ayudará a mejorar su estado físico y a ofrecer variedad en su menú.

Ya comentábamos antes que no todos los perros son iguales. Algunos, aunque cueste creerlo, son muy medidos a la hora de comer, sólo comen su pienso y no son adictos a las golosinas caninas. Otros, como es el caso de Lola, son muy comilones, pero hay algunas cosas que no prueban bajo ningún concepto. Y hay otro grupo que son capaces de comer hasta las cosas más increíbles. En todo caso, merecería la pena acostumbrar a nuestros perros a comer algunos de los alimentos de esta lista, porque tienen propiedades que mejoraran considerablemente la salud de nuestros adorados perrines. Y, si conseguimos que les gusten tanto como las salchichas, hasta agradeceremos que sean tan golosos.

  1. Zanahoria Es una de las mejores verduras que pueden comer los perros, especialmente cruda. A Lola de pequeña le gustaban, pero a partir del año, comenzó a salir sigilosamente de la cocina cuando la utilizo. Igual que para los humanos, son beneficiosas para la visión, especialmente la nocturna; son diuréticas, antisépticas y ayudan a combatir la anemia y los problemas respiratorios. Su fuerte consistencia es excelente para eliminar el sarro de los dientes.
  2. Huevos ¡A Lola le encantan! De vez en cuando de doy un huevito cocido sin sal. Cuando me ve sacar uno de la nevera y ponerlo en un cazo sin cascar, no sale de la cocina hasta que no se lo come. Eso sí, antes de dárselo me aseguro de que esté bien frío y se lo sirvo en trozos, porque temo que sería capaz de tragárselo entero. Este alimento es muy rico en proteína animal, esencial en la dieta equilibrada de los perros. Los ácidos grasos que contiene mejoran la salud de la piel y, por ende, del pelaje, por lo que pueden reducir la piel escamosa o seca y aumentar el brillo de su pelo.
  3. Patatas Este tubérculo es un alimento excelente para los perros porque les aporta mucha energía gracias a los hidratos de carbono de lenta absorción que contiene. Además, la patata es rica en fibra, mucho más si se consume con piel, vitamina B, selenio, potasio y, como remate, hervida, es baja en calorías. Eso sí, nunca le des a tu perro patata cruda… sin hervir es muy tóxica para perros y humanos. En ocasiones, le doy a Lola una patata cocida en agua sin sal como sustituto de su ración de pienso ¡y se relame los bigotes!
  4. Yogur natural A diferencia de la leche que, por contener lactosa, puede producir diarrea en los perros, el yogur natural (sin azúcar) es una excelente fuente de calcio, proteínas, magnesio y potasio. Además, favorece su sistema digestivo gracias a las bacterias, el ácido fólico y la niacina que contiene. Será por ello que mejora la consistencia de los desechos sólidos, disminuye los gases y contribuye en el tratamiento de infecciones por levaduras, diarreas, estreñimiento, entre otros trastornos intestinales. También mejora su sistema inmune. Y ahora que comienza el buen tiempo un yogur helado, sin azúcares o edulcorantes artificiales, será un premio excelente después de un cálido paseo.
  5. Pescado Me dan mucho miedo las espinas, pero abrir una lata de atún o de sardinas es como ofrecer a Lola el más delicioso de los aromas caninos. Así que suelo rociar su pienso con un poco del aceite y algunos trocitos de la carne… Lo disfruta tanto que, literalmente ¡se le salen las lágrimas! El pescado azul es el mejor para los perros, por sus altos contenidos de Omega 3 y vitaminas A, D, B1, B2, B3, B12, D y E, que apoyan el sistema inmune y benefician la piel y su pelaje. El salmón, ingrediente destacado en muchos piensos, favorece la alimentación de los perros con problemas de alergia o artritis canina.
  6. Espárragos Crudos o cocidos, puedes premiar a tu perro con algunos trocitos. En casa siempre tengo un bote reservado para Lola porque cuando sufre estreñimiento es el mejor remedio. Por suerte le encantan, se los come enteros, casi sin masticar y, al día siguiente ¡problema solucionado!
  7. Brocoli Para los perros que no suelen tener problemas de gases, es una verdura excelente, por sus propiedades anti-bacterianasContiene fibra y ácido fólico y beneficia la piel, los ojos y los huesos de nuestro perro. Lola sabe cuando preparo bróculi, supongo que reconoce su olor, y yo no olvido nunca reservar dos preciosos ‘arbolitos’ de esta verdura para acompañar su plato de pienso.
  8. Fresa Es curioso, Lola no come fresas cuando las compro en el supermercado, pero gustosamente me acompaña a probar las que cultivamos en nuestra terraza. Como todas las frutas, es rica en azúcares, por lo que debemos moderar su consumo en nuestros perros, además de que sus ácidos, en cantidades excesivas, podrían provocarles diarreas. Sin embargo, esto no significa que no puedan comerla en pequeñas cantidades, ya que aportan variedad a su dieta y antioxidantes naturales, vitamina C, magnesio, cobre, taninos, lecitina, pectina y flavonoides.
  9. Calabacín Bajo en calorías y muy alto en fibras, proteínas, minerales y vitaminas C y B. He leído que contribuye a eliminar en los perros la coprofagia, no lo he comprobado aún pero si Lola remite en ese hábito lo probaré.
  10. Judías verdes Fuente de fibra vegetal, vitamina K, vitamina C y manganeso, posee propiedades saciantes que pueden ayudar a mantener el peso ideal en perros que, como Lola, tienen tendencia a engordar. Son un alimento excelente con bajas calorías.

Soy partidaria de que Lola tenga una dieta basada principalmente en un pienso adecuado a su edad, necesidades energéticas y control de peso, pero reconozco que me gusta darle alguna cosita diferente de vez en cuando, porque para una perra que disfruta tanto comer, debe resultar muy aburrido encontrar en su cuenco siempre lo mismo. Pero su salud me importa mucho, es por eso que antes de ofrecerle algo diferente, me aseguro de que sea en pocas cantidades y de informarme de que no resulta perjudicial para ella. Después de todo, somos lo que comemos.

Fin